jueves, 14 de marzo de 2013

Qui sibi nomen imposuit Franciscum

Sin el oro y la plata empezó Pedro,
y con ayunos yo y con oraciones,
y su orden Francisco humildemente


(Paraiso c.XXII, 88)

Novísimo y novedoso Papa hasta en el nombre elegido, tradición que ha querido respetar. Se impuso de nombre "Francisco" y se le llamará a partir de entonces Francisco. No digan primero porque de momento es el único de la serie y no hay que contarlos al nombrarlo.

A pesar de que era preclaro que el nombre estaba anunciando un Pontificado de reforma, designando intuitivamente al Poverello que reformó y edificó la Iglesia hace un milenio, el pueblo ha caído pronto en la cuenta de que hay muchos Franciscos a los que se podía dirigir. ¿No es jesuita? Pues San Francisco Javier y San Francisco de Borja están por ahí. San Francisco de Sales es modelo de caridad, aunque no sea jesuita y este Papa parece tan caritativo...  ¿Quien será el elegido por el elegido?



Enseguida se ha despejado la duda. Se lo dijo a los cardenales y estos lo han filtrado. Su nombre se debe a San Francisco de Asís. Nombre novedoso, original y al que hasta han calificado de revolucionario. Los apostadores de lo sagrado se han llevado un chasco mientras la Iglesia recuerda, no sin cierto temor por el misterio presente, aquel dicho de Dios a San Francisco: "Repara mi Iglesia". San Francisco sujetando la Iglesia que se caía a pedazos. Así lo soñó un Papa Inocencio en su momento y así de inocente se presenta hoy un Papa. Un Papa pobre y humilde es algo original, tan original como el mismo Pedro.

M.D.

1 comentario:

  1. Para mí es ---hasta ahora; ojalá me equivoque--- la peor combinación: un jesuita (hoy en día, amigos de todo el mundo) con un Francisco mitificado. En fin. Que respete la liturgia y lo que hay que respetar.

    Muchos saludos.

    ResponderEliminar